viernes, 27 de abril de 2012

El supervisor como elemento básico para la aplicación de los Programas Preventivos de Seguridad e Higiene.

LA SEGURIDAD ES RESPONSABILIDAD DE TODOS

La experiencia de muchos años y en múltiples centros de trabajo, ha demostrado que para que un Programa Preventivo de Seguridad e Higiene tenga éxito, es sumamente indispensable que cada supervisor, tanto de control de producción, mantenimiento, control de calidad, etc. de toda empresa, se haga responsable de la seguridad en su área de trabajo.
Lo anterior, implica que además de sus conocimientos técnicos, el supervisor debe conocer a fondo las leyes, reglamentos, Normas Colombianas en materia de seguridad y el propio Programa Preventivo de Seguridad e Higiene a fin de apoyar en la observancia y aplicación correcta del mismo.


Sin embargo, aún existen supervisores que no están de acuerdo con la idea anterior, consideran que la seguridad y salud de los trabajadores es responsabilidad exclusiva del departamento de Salud Ocupacional o seguridad industrial, y que su única responsabilidad es lo relacionado con la producción o con los objetivos específicos de su área de trabajo.
¿Pero, acaso los accidentes de trabajo no afectan a la producción? Consideramos que sí, y en un alto grado, ya que cuando ocurre un riesgo de trabajo (accidente o enfermedad de trabajo), la mayoría de las veces se afecta directamente a la producción, entre otras causas, por la pérdida de tiempo del accidentado, por las interrupciones que causa el mismo accidente en el departamento donde ocurrió; los daños materiales, al equipo y herramientas de trabajo, y todos los gastos directos e indirectos, que elevan los costos de los servicios o productos terminados.
Si los supervisores se preocupan por tener y mantener los más altos rendimientos y productividad en cada uno de los puestos de trabajo, de la misma manera deben dar a la prevención de riesgos de trabajo, igual o mayor atención que la que dan a todos los aspectos relacionados con el cumplimiento de los objetivos de su área de adscripción.

Además de lo anterior, el supervisor debe ocuparse de revisar que cada tarea se realice correctamente y de acuerdo a los manuales de procedimientos de operación, mantenimiento, instalación, etc. establecidos por la gerencia, los cuales deben de cumplir con las normas de trabajo y reglas de prevención de accidentes ya que hay que recordar que el hecho de que las condiciones de trabajo se ajusten a las normas establecidas, no es suficiente para eliminar los actos inseguros, sólo una evaluación constante ayudará a mejorar las condiciones de trabajo.
Se tiene por hecho que un buen supervisor debe estar consciente y a la vez convencido de que los accidentes de trabajo no se presentan por casualidad, sino por la combinación de factores (ya sea actos inseguros, condiciones peligrosas o ambos) y que de la misma forma que se preocupa por la investigación e implementación de medidas preventivas y correctivas cuando se presenta una avería en algún equipo o al presentarse alguna falla en el proceso productivo, también debe implantar y mantener actualizado un sistema de investigación y reporte formal de los accidentes y enfermedades de trabajo que se presenten o cuando ocurra un riesgo de trabajo al personal bajo sus órdenes y tomar las medidas preventivas adecuadas para corregir las causas que los provoquen.
Toda vez que la productividad aumenta primordialmente por los aspectos humanos y no tanto por la maquinaria o equipo de trabajo, ello no quiere decir que el hombre este al mismo nivel que las máquinas o las instalaciones, ya que todos sabemos que estas cosas son materiales, que después de todo, para nada sirve la más avanzada tecnología si no hay hombres que las operen, las reparen y las conserven en condiciones necesarias para su manejo, por ello concluimos de manera tajante que lo más importante para la producción o para cualquier otra actividad en el centro de trabajo es precisamente el hombre.
Si aceptamos que los riesgos de trabajo que se generan en toda industria sí afectan a la producción, esto significa que todo buen supervisor, desde cualquier punto de vista, debe considerar como parte de sus obligaciones diarias hacer lo necesario para evitar accidentes.
Los medios para alcanzar el objetivo de la prevención de accidentes son muy variados, mencionaremos la capacitación y el adiestramiento, investigación de accidentes, inspecciones periódicas en las instalaciones de la empresa, juntas mensuales con la gerencia, reuniones con el personal involucrado en cada departamento, etc. incluyendo, además, la responsabilidad de fomentar una cultura adecuada y educación en seguridad e higiene del personal bajo su control, definiendo las obligaciones y responsabilidades de los trabajadores para con el Programa Preventivo que se implemente en la empresa, el Departamento de Seguridad Industrial, servirá como asesor en la prevención de riesgos y podrá colaborar con los supervisores en la planeación de programas, efectuar sugerencias, realizar en coordinación de ambas partes las visitas inspectivas, vigilar el cumplimiento de los programas, proporcionar asesoría técnica en la materia, etc., pero definitivamente los únicos que real y efectivamente pueden implantar y llevar a cabo con excelentes resultados el Programa Preventivo de Seguridad e Higiene en cada departamento, son los supervisores del mismo.
En conclusión, el supervisor es el elemento básico gracias al conocimiento y a su experiencia práctica, así como por el contacto directo que existe con sus subordinados y a la influencia sobre los mismos, ya que adquiere una relevancia excepcional por ser el enlace entre los niveles directivos y operativos, lo que implica estar en la mejor posición para la aplicación y desarrollo del Programa Preventivo de Seguridad e Higiene, ante esto, debe de poner todos los medios a su alcance y todo su interés para tratar de disminuir las condiciones peligrosas.    

miércoles, 11 de abril de 2012

GESTIÓN DE LA ARL

Es necesario realizar la evaluación de la gestión de las diferentes ARL y apoyarnos del financiero de la organización para seleccionar la Arl que más se ajuste; en pro de mejorar la reinversión actual y la consecución de las actividades que requiere la empresa para complementar la gestión en seguridad y salud en el trabajo.
 Esto lograra generar causa - efecto en el tiempo para las Arl, en las que se  verán obligadas a evaluar la insuficiencia de reinversión que hacen a las compañías, negociando favorablemente para las empresas. No permitamos más que las Arl sean las que impongan, son las empresas las que pagan. ¿Quiénes serán las interesadas finalmente en este caso? Y por mayoría serán los empresarios los que tienen un punto a favor.
Si lo planteamos de esta manera adicionalmente lograremos obtener de las gerencias su atención hacia este campo y no ver más la seguridad y salud en el trabajo como pérdida o un requisito legal. Si no como un costo beneficio.
Algunos puntos a tener en cuenta en la selección de la ARL son: estudios de mercados, negociación con la Arl, seguimiento a la gestión de la Arl, auditoría de proveedores, revisión de la cotización.
 ESTUDIOS DE MERCADOS
Realizar la evaluación de la gestión de las diferentes ARL, para medir la capacidad de respuesta, la oportunidad Y la calidad de los servicios, la atención asistencial, el manejo administrativo, las herramientas tecnológicas, los valores agregados y la reinversión en actividades de prevención para la empresa.
NEGOCIACIÓN CON LA ARL
Manejar  las negociaciones con la ARL, para mejorar la reinversión actual.
SEGUIMIENTO A LA GESTIÓN DE LA ARL
Medir la gestión de la ARL podemos determinar los porcentajes de cumplimiento en las actividades acordadas, los costos utilizados en estas y el porcentaje de reinversión utilizado.
AUDITORIA DE PROVEEDORES
Verificar la calidad del servicio prestado por los proveedores de la ARL mediante el acompañamiento en las actividades o encuestas de satisfacción del cliente, esto para tomar medidas correctivas cuando las actividades realizadas no cumplen con las especificaciones técnicas que se requieren.
REVISION DE LA COTIZACION
Analizar frente a la legislación actual la correcta clasificación de la empresa y los diferentes centros de trabajo según su actividad.