viernes, 16 de septiembre de 2011

¿Grupo o equipo?,



¿Grupo o equipo?, es una pregunta frecuente que se hace frente a la relación que debe existir entre las diferentes personas que están unidas por una actividad o proceso particular. La respuesta está en el liderazgo que deseemos asumir y los resultados que queramos obtener, pues los roles, responsabilidades y apoyos varían notoriamente:
En el grupo
Los integrantes tienen objetivos individuales que no siempre están acordes con los de la organización, por ejemplo, un jugador de fútbol decide lucirse en un partido pues quiere que lo pasen rápidamente a un club internacional. El hecho de no ceder su protagonismo puede alterar los resultados del grupo.

Como las motivaciones parten más desde lo individual, el liderazgo está dirigido a supervisar el trabajo de cada uno, que sí cumplan con las tareas determinadas.

Los reconocimientos se realizan individualmente, pues las responsabilidades son puntuales.

Se realizan reuniones para atender las tareas urgentes.

 

En el equipo
Los miembros tienen muy claro que los intereses del equipo están por encima de los particulares, conocen muy bien la misión y la visión de la organización y se orientan hacia allá. Entienden que existen momentos donde no será su talento específico el más requerido y cumplirán un rol secundario.

El liderazgo es más participativo. Se tiene claridad a donde se quiere llegar y en cualquier momento un miembro puede tomar la vocería, obviamente teniendo el respaldo del jefe.

Se realizan reconocimientos colectivos, pues los logros son conjuntos.

Se revisan las problemáticas que no están dejando llegar al objetivo, se encuentran soluciones con aportes colectivos.
Es importante recordar que todos los equipos necesariamente debieron iniciar como grupos y con el proceso de formación, entrenamiento, definición de roles se va alcanzando la madurez para avanzar hacia un equipo de trabajo altamente efectivo. En este proceso juega un papel preponderante la confianza que el líder empiece a depositar en los demás miembros, haciéndolos partícipes de las decisiones y proyecciones que se tengan. Incluso que sean ellos mismos quienes generen sus normas.
Reflexión de un buen líder
“En ocasiones los miembros de mi equipo pueden conocer una forma más práctica y segura de realizar determinada actividad, darles la oportunidad de explicarme sus razones es una oportunidad para encontrar nuevas técnicas que me generen mayor productividad”.

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